Traduciendo a Simmel Hoy. Una entrevista con Lionel Lewkow

[S]i los bueyes y las ovejas pudiesen sublevarse con éxito de ser tratados por nosotros como meros medios […] su poder, en muchos sentidos, se convertiría en un derecho.

Simmel, G. (2022 [1892]). «Introducción a la ciencia de la moral.
Una crítica de los conceptos éticos fundamentales». Barcelona, Gedisa. p. 94.

Felipe E. Ranke & Dusan Cotoras

Con motivo de la reciente publicación de «Introducción a la ciencia de la moral» –una de las obras inéditas en español más importantes y enigmáticas de Georg Simmel– entrevistamos al sociólogo argentino y miembro de nuestro Equipo Editorial Lionel Lewkow a quien debemos la traducción de este monumental escrito. Lionel nos comparte su experiencia traduciendo las obras de juventud de un Simmel hasta hoy desconocido para el público de habla hispana. Todo un descubrimiento que supone nuevos desafíos tanto para el entendimiento de las teorías de la diferenciación social como para nuestra manera de aproximarnos a la experiencia de la modernidad en el mundo contemporáneo que Lionel ha podido constatar a partir de su trabajo como investigador en el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires.

Lionel Lewkow es doctor en ciencias sociales por la Universidad de Buenos Aires y especialista en teoría sociológica.
  • La sociología es una disciplina que vuelve constantemente a sus clásicos para explicar problemas contemporáneos de la sociedad moderna ¿Por qué leer a Simmel hoy? ¿Para qué problemas nos podría brindar una perspectiva sociológica?

Voy a responder esta pregunta, sobre todo, desde mi propia experiencia como investigador. Hace algunos años me estoy dedicando a trabajar de manera teórica el problema de la diferenciación social. Este campo de estudios actualmente está hegemonizado por la teoría de sistemas sociales de Niklas Luhmann. Decir esto en este foro puede sonar provocador, pero considero que en muchos casos ni siquiera nos preguntamos cuáles son las potencialidades y los límites de la teoría de Luhmann sobre la diferenciación, simplemente la aceptamos con cierto dogmatismo. El valor de la teoría de sistemas sociales solo puede examinarse —considero yo— comparando el enfoque de Luhmann con las perspectivas anteriores. Me refiero no solo a la de Talcott Parsons, sino también a la tradición sociológica fundacional. No soy de la idea de que podamos desprendernos de un plumazo de la sociología clásica y, nuevamente, siendo un tanto provocador tampoco creo que Luhmann la comente en profundidad en sus textos. Ahora bien, si no renunciamos rápidamente a los clásicos, la perspectiva de Émile Durkheim (1995 [1893]) en La división del trabajo social suele ser la que primero se invoca a la hora de hablar de la diferenciación, desconociendo que Simmel por esos años también estaba tratando este tema. En la sociología de habla castellana este sesgo es más marcado aún porque Sobre la diferenciación social (Simmel, 2017 [1890]) se conoce desde hace pocos años en nuestro idioma. En este sentido, si comparamos a Durkheim con Simmel, podemos decir que el primero escribió el texto considerado clásico sobre la integración social, mientras que el segundo, con Sobre la diferenciación social, hizo lo propio a propósito del proceso de la individualización (Bongaerts, 2008: 280).  Al respecto, Andreas Reckwitz (2017: 251) recuperó recientemente la noción de individualidad de Simmel para comprender la forma contemporánea en que se crea la singularidad personal. Esto también demuestra la pertenencia de este texto al canon fundacional: un escrito clásico también tiene que ofrecer respuestas para problemas del presente.

En este marco, quisiera agrega a lo anterior la mención de por lo menos dos aportes del enfoque simmeliano a la reflexión sobre la diferenciación y luego un aporte más general a la sociología. Por un lado, podemos decir que Simmel propone una teoría multidimensional de la diferenciación (Lewkow, 2021). Una de estas dimensiones de la diferenciación tiene que ver con la temporalidad: la diferenciación no es sólo sincrónica, sino, a su vez, diacrónica. Concebir la temporalidad de la diferenciación en términos sincrónicos es un sesgo muy habitual en lo enfoques de la diferenciación: Durkheim (1995 [1893]) refiere a roles que son simultáneos y se complementan en la vida social, Max Weber (2002 [1920]) examina “esferas de valor” que están en conflicto en un mismo presente y Luhmann (1997), por su lado, describe los “subsistemas sociales” que pueblan la sociedad mundial, definida por una simultaneidad temporal. En Simmel existen estos modos de concebir la diferenciación, ya sea como complementación de roles o como coexistencia de los grandes ámbitos sociales en la modernidad —al que más tinta le dedicó es a la economía en su Filosofía del dinero (Simmel, 1989 [1900])— pero la diferenciación también es diacrónica. La individualidad se constituye como la intersección de una pluralidad de membrecías sociales simultáneas, pero, asimismo, por ejemplo, como el punto de cruce en el que está la persona entre las generaciones pasadas y las generaciones futuras. Por otro lado, desde que Luhmann compusiera su teoría de la “diferenciación funcional” en Alemania se generó un debate en torno a dos formas de considerar la estructura social moderna que parecieran incompatibles: o bien se observa lo social desde la teoría de las clases o bien desde la teoría de la diferenciación (Schimank, 1996). En contraste, en Simmel se dan la mano los dos enfoques, sus textos sobre la moda son aportes a pensar el tema de la estratificación desde el consumo. Tampoco faltan en sus escritos referencias al conflicto entre la burguesía y el proletariado, muy cercanas a la óptica marxista de las clases. 

Finalmente, Simmel hace una contribución para pensar una sociología que no cosifique su objeto de estudio: de entrada le otorga una importancia muy modesta al concepto de sociedad para examinar las relaciones entre individuos, individuos y cosas, individuos y grupos, así como grupos entre sí. Es una sociología que prescinde del concepto de sociedad por considerarlo sustancialista y prefiere enfocar las relaciones, de todo tipo, en “status nascens”, como se lee su “sociología grande” (Simmel, 2014 [1908]:113). Su planteo es muy vigente y puede considerarse como un antecedente de la sociología de Bruno Latour (2008). Demás está decir que Simmel hace aportes fundantes en campos tan diversos, como, por ejemplo, la sociología urbana, la sociología económica y la sociología del conflicto. Asimismo, ejerce influjos en corrientes filosóficas tan dispares y contrapuestas como la “ontología fundamental” de Martin Heidegger y el marxismo de la Escuela de Frankfurt.  

  • A comienzos del 2017 publicaste la, hasta ese momento inédita, traducción de Sobre la diferenciación social de Simmel. Este año lanzas a las librerías tu traducción, también inédita, de Introducción a la ciencia de la moral publicada originalmente en dos volúmenes en 1892 y 1893 ¿Por qué decidiste traducir esta obra?

Si bien gran parte de las obras más importantes del autor están traducidas al castellano hace largo tiempo, los escritos más importantes del joven Simmel no se conocían en nuestra lengua. Me refiero a Sobre la diferenciación social (Simmel, 2017 [1890]) e Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]), texto central de esta etapa de la producción simmeliana, que el berlinés publica unos años después que su primer libro de sociología. Hay que decir, asimismo, que Introducción a la ciencia de la moral es el libro más voluminoso de los que escribió Simmel.

En primer lugar, estimo que es importante conocer este opus magnum para tener una visión más exhaustiva de Simmel. El joven Simmel, en las dos obras mencionadas, muestra un fuerte influjo del evolucionismo, que va perdiendo importancia en sus escritos a lo largo del tiempo. Así como suele decirse que la “sociología grande” (Simmel, 2014 [1908]) es kantiana y la “pequeña sociología” (Simmel, 2003 [1917]) es vitalista, el joven Simmel es evolucionista y esta impronta se nota con más facilidad en Introducción a la ciencia de la moral que en el texto de 1890.

En segundo lugar, Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) adelanta muchos temas centrales de escritos posteriores del autor. Menciono solo algunos: por una parte, Simmel pone a prueba en estas páginas un método centrado en la noción de “intercambio de efectos”, de cuño kantiano. El “intercambio de efectos” implica que todo fenómeno está definido por un choque de opuestos, en el planteo del filósofo de Königsberg este concepto viene del principio de acción y reacción de la física newtoniana. Pero volviendo a Simmel, por ejemplo, señala en las páginas de su “ciencia de la moral” que no se puede entender el mérito moral sin, a su vez, considerar la culpa. Una acción virtuosa implica siempre vencer y sacrificar impulsos inmorales muy fuertes y cuanto más fuertes son estos impulsos más virtuosa es la acción. Por eso, el “alma bella” —propone Simmel— por carecer de tendencias inmorales, a su vez, carece de todo mérito moral. Por otra parte, hay tesis simmelianas centrales que conocemos por otros textos que ya aparecen en las páginas publicadas en 1892 y 1893. Así, se puede ver en este escrito cómo se va gestando el universo teórico de Simmel. Esto sucede, por ejemplo, con el planteo de la inversión de los medios y los fines. Una norma que en un principio tiene un sentido identificable y una funcionalidad social clara, pasa a convertirse en un fin en sí mismo, sin que sepamos por qué la obedecemos. Lo mismo sucede, va a señalar luego Simmel (1989 [1900]) en Filosofía del dinero, con el circulante monetario: de medio de satisfacción de necesidades, en la modernidad, el dinero se convierte en un fin en sí mismo. En ese sentido, no hay que olvidar que el joven Simmel ya estaba pensando en la economía monetaria moderna, de hecho, en ese entonces pronuncia en la cátedra de Gustav von Schmoller una conferencia titulada “Sobre la psicología del dinero” (2018 [1989]: 257-275), que condensa puntos centrales de su Filosofía del dinero.

En tercer lugar, creo que Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) ofrece una imagen distinta del berlinés a la más difundida. Suele considerarse a Simmel como un pensador estetizante que se ocupa de pequeñas porciones de la realidad social con escasa trascendencia, tales como el adorno y la mirada recíproca. De tal modo, se le atribuye a Simmel un “impresionismo sociológico” (Frisby, 1992: 113). Para mí el mayor aporte que hace la publicación en castellano de este libro es mostrarnos un Simmel para el que los problemas éticos y políticos de su época son centrales, en efecto, las lectoras y los lectores se van a encontrar en estas páginas con agudas reflexiones sobre, v. gr., el socialismo y el liberalismo.

En cuarto lugar, quisiera señalar que Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) no solo es un escrito desconocido hasta ahora en nuestro idioma, asimismo, en la bibliografía de comentario en alemán e inglés apenas ha sido discutido este texto, lo que es más: entre los escritos que Simmel nos legó, se trata de uno de los libros que menor recepción tuvo (Krähnke, 2018: 641; Köhnke, 1996: 167). Sólo hay un estudio exhaustivo de esta obra, a saber: Der junge Simmel de Klaus Christian Köhnke (1996: 167-333).

Me permito agregar a mi respuesta a esta pregunta otra precisión: este voluminoso texto nos muestra que, en su fundación, la sociología está fuertemente orientada por preguntas de filosofía moral. De hecho, el propósito de Simmel es ocuparse de los interrogantes de la Ética, pero no de modo especulativo o metafísico, sino empírico. Esto estaba claro en el caso de Durkheim (1995 [1893]), que, en La división del trabajo social, intenta mostrar cuáles son los valores que estructuran los nuevos lazos sociales. Incluso usa Durkheim el mismo término que Simmel, es decir, “ciencia de la moral”. Este punto también estaba claro en lo que respecta a Weber (2016 [1904/1905]), quien estaba interesado en desentrañar el ethos del capitalismo occidental moderno, pero no era patente en lo que toca a Simmel. Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) muestra la importancia que tienen las interrogantes de la Ética para la naciente sociología. Sin embargo, esta obra no ha de verse solo como un documento histórico en torno a los orígenes de la producción simmeliana y, más ampliamente, el surgimiento de la sociología. Este libro aporta algunas notas al diagnóstico de la modernidad que propone Simmel que no son conocidas por otros textos. Me refiero particularmente al enfoque que delinea el autor al final de esta obra sobre el conflicto de los valores, planteo que anticipa la perspectiva que va a proponer Weber (2002 [1920]) años después en su conocida “Consideración intermedia”, pero que tiene algunas connotaciones distintas a las de la sociología weberiana. En la modernidad, Simmel dixit, estamos tironeadas y tironeados por valores antagónicos y este conflicto es irresoluble, es “trágico” dirá el autor, responde al antagonismo de los grupos sociales, no solo a las posibles inquietudes que pueda generar la multiplicidad de membrecías sociales en un sujeto particular. Por tanto, estos valores en conflicto no representan solo el antagonismo entre marcos culturales orientadores de la acción, como en Weber, sino un diferendo entre entidades colectivas sin solución posible. Recordemos que Weber muestra un escenario de relativismo valorativo, pero deja al individuo la posibilidad de resolverlo decidiendo cuáles son sus “dioses” y “demonios”.   

  • Si tomáramos tres grandes obras de Simmel en orden de publicación cronológico, Sobre la diferenciación social (1890), Introducción a la ciencia de la moral (1892/1893) y Filosofía del dinero (1900), ¿Qué diferencias fundamentales tienen estas obras con Sobre la diferenciación social?

Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) comparte con Sobre la diferenciación social (2017 [1890]) el influjo del evolucionismo, como ya señalé a propósito de otra pregunta. A su vez, hay que decir que en ninguno de los dos textos es relevante todavía el concepto de “socialización” [Vergesellschaftung], central en su planteo sociológico posterior. Ahora bien, los dos escritos tienen propósitos muy diferentes. Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) busca ofrecer un enfoque psicológico, histórico y sociológico de los conceptos de los que habitualmente se ocupa la Ética, a saber: el deber, el merito y la culpa moral, la felicidad, el egoísmo y el altruismo, la libertad y muchos otros. En ese sentido, no es un texto estrictamente sociológico, aunque la sociología despunta en diversos momentos de la reflexión simmeliana en estas páginas de juventud. Sobre la diferenciación social (Simmel, 2017 [1890]), si bien está cruzado por argumentos psicológicos y, por supuesto, históricos, tiene por finalidad manifiesta sentar las bases de la sociología. De hecho, algunos de sus capítulos son retomados, casi sin retoques, en la Sociología (Simmel, 2014 [1908]) posterior. Desde luego, Sobre la diferenciación social (Simmel, 2017 [1890]: 57-97) también muestra una inquietud por problemas de filosofía moral y esto está claro en el segundo capítulo de este libro que gira en torno a la cuestión de la responsabilidad colectiva. 

En cuanto a Filosofía del dinero, Simmel consideraba que esta obra constituye su legado más importante. De hecho, Filosofía del dinero (Simmel, 1989 [1900]) es el libro que presenta con mayor exhaustividad el diagnóstico de la modernidad que propone el clásico alemán. Es decir, en la obra de 1900 Simmel desarrolla en profundidad problemas que plantea sucintamente, por ejemplo, en el ensayo “Las grandes urbes y la vida del espíritu” (Simmel, 1995 [1903]: 116-131). Sobre la diferenciación social (Simmel, 2017 [1890]) no tiene la misma relevancia, aunque en este primer escrito sociológico hay algunas reflexiones sobre el circulante monetario. De todos modos, es un texto importante para comprender cómo va desarrollando el autor su enfoque sociológico. Por cierto, Simmel (2016  [1916]: 71-72) hace un balance de su trayectoria y considera que la búsqueda de fundar la sociología y sus interpretaciones del circulante monetario moderno son dos de sus legados principales, pero no menciona sus reflexiones iniciales sobre la “ciencia de la moral” como un elemento significativo de su trayectoria. En efecto, Simmel mismo considera que esta obra fue un “pecado de juventud” (Krähnke, 2018: 641), tal vez, influenciado por las críticas negativas que recibió cuando la publicó. Pues este libro desmonta todo los principios de las filosofías morales que precedieron a Simmel, pero no propone ninguna ética positiva, es decir, ninguna directiva para la conducta humana.

  • Si bien ya tenías como experiencia la traducción inédita de Sobre la diferenciación, la Introducción a la ciencia de la moral fue un enorme desafío de casi novecientas páginas ¿A qué dificultades te enfrentaste durante el proceso de traducción?

Me voy a permitir señalar aquí cuáles son las partes de este libro en la edición castellana. En la versión que publica Gedisa en la colección Dimensión clásica —editorial a la que estoy agradecido por confiarme el enorme honor de traducir este libro, también le agradezco, por la misma razón, a Esteban Vernik, director de esta colección— el texto sale en único tomo que incluye los dos tomos originales. El libro comienza con un prefacio de Daniel Chernilo, titulado “La pregunta por la normatividad en la sociología filosófica de Georg Simmel”, y continúa con el “Prólogo a la primera reimpresión”, de 1904, y el “Prólogo a la primera edición” del Tomo I, es decir, de 1892, ambos textos del propio Simmel. El primer capítulo trata sobre “El deber”, el segundo sobre el contraste entre “Egoísmo y altruismo”, el tercero sobre los conceptos de “Mérito y culpa moral” y el cuarto sobre “La felicidad”. Cierra el primer tomo un anexo de Simmel, que lleva por título “En cuestiones de ciencia de la moral” y es una respuesta a una de las críticas al Tomo I. El Tomo II arranca con el “Prólogo” de Simmel y sigue con el capítulo quinto dedicado a “El imperativo categórico”. El capítulo seis se titula “La libertad” y el séptimo “La unidad y el conflicto de los fines”. Un anexo de Simmel cierra el Tomo II, en este caso bajo el título “Parerga sobre filosofía social”. Aquí el berlinés destaca algunos puntos nodales de su obra. Finalmente, la edición castellana contiene un posfacio de Vernik, titulado “Moral y mundo sociohistórico”.   

Una de las dificultades, no solo para la traducción sino también para la lectura de este texto, radica en detectar la estructura del escrito. En efecto, cada capítulo puede leerse como un libro en sí mismo. Además los capítulos carecen de división en secciones, en ese sentido, se trata de largos argumentos donde por momentos cuesta seguir el hilo del razonamiento. Otro de los aspectos que hacen de este libro una obra compleja tiene que ver con que Simmel refiere a perspectivas de la filosofía, de la biología, de la literatura, entre otras áreas del pensamiento, sin  mencionar explícitamente, como se nos exige hoy en día, las referencias bibliográficas con número de página, editorial, etcétera. Si se me permite decirlo con cierta sorna, a Simmel no le pidieron que use el sistema APA. Por ejemplo, en el capítulo segundo menciona el berlinés un pasaje de El Decameron de Giovanni Boccaccio (2014 [1351/1353]), lo cita directamente en italiano, sin mencionar los datos editoriales, por supuesto. En casos como este busqué la traducción al castellano ya establecida y la mencioné a pie de página. Lo mismo se puede decir, por ejemplo, de las referencias a Charles Darwin. En el capítulo cuarto Simmel menciona una especie animal muy particular, que Darwin conoció cuando visitó las Islas Malvinas. En este caso tuve que revisar el original en inglés de El origen de las especies (Darwin, 1861 [1859]) y también su traducción al castellano (Darwin, 1992 [1859]). Una dificultad particular de Introducción de la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) constituye la abundancia de términos en latín y griego, que yo, pensando en la accesibilidad del texto a los más amplios públicos y no solo a las investigadoras y los investigadores, sino también a estudiantes, traduje en pie de página. Finalmente, quisiera mencionar un aspecto que intenté cuidar especialmente: me refiero a los tecnicismos de la teoría de Simmel. Por ejemplo, la noción de “Wechselwirkung”, que traduzco como “intercambio de efectos”. Creo que traducir esta noción como “interacción”, tal como sucede con otras versiones castellanas de textos de Simmel, es erróneo. Por un lado, porque en alemán existe el término “Interaktion”. Por otro lado, porque esa traducción lleva a una conexión con el interaccionismo sociológico, mientras en Simmel la “Wechselwirkung” tiene un alcance mucho mayor. De hecho, a veces refiere el autor a principios que están en «intercambio de efectos» en tanto están unidos por la oposición. Por último, la traducción como «intercambio de efectos» conserva la conexión con el planteo de Immanuel Kant (1998 [1781]: 306-312) en la Crítica de la razón pura, donde utiliza el término “Wechselwirkung”.

A propósito, antes le agradecí a la editorial y el director de la colección donde se publica el libro, extiendo este agradecimiento a las instituciones que hicieron posible que este proyecto pueda llevarse adelante financieramente: el Instituto Goethe, la editorial Uninorte, la Universidad Adolfo Ibáñez y el Ministerio de Cultura y Deporte de España.

  • En el subtítulo que acompaña a esta obra se intuye la intención de Simmel por llevar a cabo una “Crítica de los conceptos éticos fundamentales”. Es por todos conocida la influencia ejercida por la filosofía de Kant en el trabajo de Simmel ¿Qué define para este último el estudio científico de la moral más allá de los fundamentos de orden normativo?  

Como mencioné más arriba, el capítulo quinto del texto de Simmel busca diseccionar la noción central de la filosofía moral de Kant, es decir, el “imperativo categórico”. Es un capítulo que Simmel introduce en el texto porque considera que en el Tomo I había referido abundantemente al planteo criticista, pero que éste merecía un tratamiento pormenorizado. Así, compone el quinto capítulo del libro. Grosso modo se podría decir que Simmel busca poner en cuestión el universalismo moral. Para Simmel los conceptos de la ética tienen una signatura situacional, esto es, sociohistórica. Por tanto, frente a todo planteo especulativo o sustancialista, el sociólogo y filósofo de Berlín recurre a tres ciencias: la historia, la sociología y la psicología. Eso es el estudio científico de la moral. Esto implica un relativismo: el deber, nos dice Simmel (2022 [1892]: 37-112) al comienzo de Introducción a la ciencia de la moral no es más que una forma psicológica vacía, como lo es, por ejemplo, la esperanza. Como forma psicológica que puede asumir cualquier contenido —ya sea el de la felicidad, el de la obediencia al mandato divino o el del mismísimo “imperativo categórico”—  en último término se apoya en un dogmatismo, en creencias incuestionables: “Hay que amar al prójimo porque Dios así lo quiere”. La fuerza que tienen los mandatos morales radica en que detrás de la moral está el grupo social, imponiéndose sobre el individuo. Por eso, la moralidad no puede ser explicada de modo metafísico, sino social e histórico. Esta argumentación adquiere toda su potencia al cierre de esta obra. En el último capítulo del libro, Simmel (2022 [1893]: 747-850) argumenta que no es posible hablar de un monismo moral, un principio único e indiscutible para la conducción de la vida, más bien en la modernidad el ser humano se encuentra en la difícil situación de tener que lidiar con una multiplicidad de exigencias morales, con idénticos derechos.

  • La reflexión sobre la moral es un tema que hoy en día concita gran interés en la teoría social. La relación entre reconocimiento y obligación moral planteada por Axel Honneth o la sociología de la crítica y de la moral impulsada por Luc Boltanski son ejemplos de ello ¿En qué medida la ciencia de la moral suscrita por Simmel podría llegar a contribuir en los desarrollos más recientes de la sociología contemporánea?

Nuevamente, voy a recurrir a mi propia experiencia como investigador. En el Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires soy parte de un grupo de investigación dirigido por el profesor Vernik que hace unos años se dedicó a indagar en la figura del “emprendedor”. Actualmente, estamos investigando el trabajo en plataformas de reparto como Uber Eats. Las dos investigaciones se sustentan en trabajo de campo realizado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Nuestro marco teórico tiene por eje los aportes de Simmel, entre otros autores. En este sentido, Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) tiene como uno de sus pilares el concepto de libertad, al que le berlinés le dedica un capítulo. Por cierto, la libertad es un tema muy presente en toda la trayectoria teórica de Simmel. Al respecto, en las formas de trabajo precarias del capitalismo actual la libertad se presenta como una promesa. “Emprendedor” es aquel quien, al parecer, es su propio jefe, maneja sus horarios y no está atado a nada ni nadie. Lo mismo prometen las plataformas de reparto de comida: entre otras cosas, libertad, es decir, trabajar la cantidad de horas que uno quiera, en la franja horaria deseada, conectarse cuando uno quiere, ganar la cantidad de dinero que uno logre conseguir con una bicicleta o una moto. Ahora bien, en Introducción a la ciencia de la moral Simmel (2022 [1892/1893]) señala que la libertad nunca es incondicionada, que toda libertad implica ataduras. En el caso de las trabajadoras y los trabajadores de plataformas podría pensarse que su libertad está condicionada por la gestión algorítmica. Por otro lado, Simmel señala en este texto que la libertad no es un concepto general, hay diferentes tipos de libertad. Es más: sostiene que la posesión implica libertad, en cuanto uno puede imprimir su voluntad en los objetos. Ahora bien, ¿cuál es la posesión de la que disponen las trabajadoras y los trabajadores en estas plataformas? Sólo poseen una bicicleta o una moto y un teléfono móvil, eso es todo. Otro tema importante del libro, que es tratado en el cuarto capítulo y se puede conectar con estas investigaciones, es el de la felicidad, un tema en boga en las ideologías del capitalismo vigente. La felicidad no es un término absoluto. Para que unos sean felices —sostiene Simmel— otros tienen que ser infelices. En términos empíricos, Simmel asocia la felicidad con la retribución por el trabajo y señala que los trabajos más duros son los peor pagos. Tal vez, el trabajo en plataformas de reparto no es el peor remunerado, pero sí es de los más precarios y peligrosos. Por tanto, Introducción a la ciencia de la moral (Simmel, 2022 [1892/1893]) puede servir para iluminar aspectos centrales del capitalismo contemporáneo.

Referencias

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Bongaerts, G. (2008). Verdrängungen des Ökonomischen. Bourdieus Theorie der Moderne. Bielefeld, transcript.

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